Anomalía coronaria

• Anomalias coronarias se observan < 1% de la población general. Seria Chilena del Dr. Ugalde prevalencia es del 1.29%
• Registro nacional de autopsias de pacientes con muertes súbita prevalencia del 0.6%.
• En atletas con muerte súbita su prevalencia varía entre 5-23%
• La anomalía más común es el origen de la arteria circunfleja desde la coronaria derecha, a diferencia de la serie Chilena donde la anomalía más frecuente es el origen de la coronaria derecha desde el seno coronario izquierdo.
• En este caso mostramos el origen del Tronco coronario izquierdo desde la coronaria derecha, lo que tiene una prevalencia del 0.12%. En la distribución de las anomalías coronarias de la serie Chilena esta se presentó en un 4.7%

• Presencia de anomalía coronaria es un fenómeno poco prevalente, desde el punto de vista operacional podemos clasificarlas en alteraciones del origen o nacimiento, en la estructura (hipoplasia o aneurismas), trayecto y lugar de drenaje. Las primeras son las que han adquirido mayor connotación.
• La importancia de estas radica en la posibilidad de producir isquemia, la que puede ser fija o dinámica. Fija se relaciona con estenosis o estrechamiento ostial o proximal, dinámicas se relación con el curso que toma por miocardio u aorta.
• Las anotomías de más alto riesgo es cuando coronaria derecha sale del seno izquierdo y tiene curso interarterial. Lo mismo ocurre cuando el tronco coronario izquierdo o arteria descendente anterior nace del seno derecho y tiene un trayecto interarterial.
• Esta isquemia resulta de la compresión de la arteria coronaria por la aorta y la pulmonar. La opinión general actual, es poco probable que el curso interarterial por sí solo cause una compresión coronaria significativa, es más bien una porción intramural dentro de la aorta lo relacionado con muerte súbita. Aunque se describen casos solo con curso interarterial.
• Angiografía por tomografía computarizada se ha transformado en el meto de screening ideal, nos permite ver su relación con las grandes arterias, geometría miocárdica. Además, nos entrega información de origen, curso, estrechamiento luminal, incluso si hay presencia de ateroesclerosis. Nos ayuda a identificar anatomías de alto riesgo.
• En este caso se realizó el diagnostico mediante angiografía coronaria, que uno puede complementar con una angiografía por tomografía.
• Tanto en guías europeas como americanas, la recomendación de intervención es en la presencia de síntomas o evidencia de isquemia.

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