Escrito por:
Dr. Alexis Lama Toro
Cardiólogo
Fundador y Primer Editor del Boletín de Cardiología,
actual Revista Chilena de Cardiología.
Conocí al Dr. Ramón Corbalán cuando como parte de mi beca de medicina interna hice una estadía de seis meses en el Departamento de Enfermedades Cardiovasculares de la Universidad Católica, entre los años 1975 -76. Durante ese corto periodo compartimos y conversábamos de todo, de la cardiología, pero también de la vida en general. Movido por su espíritu investigador, durante esos meses, me estimuló para presentar, bajo su supervisión, en el Congreso Chileno de la época, celebrado en Viña del Mar, un trabajo pionero sobre los resultados del tratamiento quirúrgico en endocarditis infecciosa activa. Desde allí, comenzamos a cultivar una naciente amistad, convirtiéndose en mi guía académico y también en modelo como persona y como médico humanista.
Casi 10 años después, en 1987, quise entregarle personalmente mi primer libro, “Soplos cardiacos”, como un agradecimiento a su contribución en mi formación profesional. Su respuesta fue de alegría y de estímulo para que continuara por ese camino, del mismo modo que cuando unos años antes, en 1982, apareció el primer número del llamado Boletín de Cardiología, al cual se incorporó con gran entusiasmo como miembro del Comité Científico asesor, el en primer número del volumen 2, del año 1983, y luego Editor Adjunto, lo que significó un gran impulso para que más adelante se convirtiere en la Revista Chilena de Cardiología, órgano oficial de la Sociedad Chilena de Cardiología. Obviamente, durante todo ese tiempo, en que a mi correspondía ser Editor y a él Editor Adjunto de la Revista, tuvimos mayores ocasiones de interrelacionarnos y aumentar nuestra amistad.
Debido a una complicación cardiaca derivada de una cirugía mayor que tuve por el año 2010 aproximadamente, tuve el privilegio de ser atendido profesionalmente por el Dr. Ramón Corbalán. Fue una experiencia positiva increíble. Tuve el privilegio de vivir en carne propia todo su humanismo y sabiduría desplegados en la atención de mi persona como paciente. Días después del alta a domicilio, se dio el tiempo para visitarme y darme confianza. Por todo ello, le guardo, al igual que mi esposa, un perenne agradecimiento.
Cuando el año 2012, publiqué mi obra “Principios y Práctica de la Cardiología Clínica”, él tuvo la gentileza de prologarlo y considerarla una “Cardiología de Autor”. Allí señaló que “lo que constituye la verdadera experiencia clínica, va mucho más allá de la atención de pacientes y se relaciona con la capacidad de revisar cada día si lo estamos haciendo bien o mal en nuestra práctica profesional, si nuestros valores de siempre que inspiraron nuestra vocación se mantienen vigentes e intactos.”
Cuando el año 2016, publiqué mi libro “Los Secretos de la Salud”, tampoco vaciló en responder con entusiasmo a mi petición de que lo prologara. Allí señaló, después de leerlo durante un periodo vacacional en un balneario lacustre: “Muy pocos captan que adquirir hábitos de vida saludables implica un cambio interior, una reflexión más profunda sobre los valores que seguimos y respetamos en nuestras vidas. Más aún, que debemos replantearnos una y otra vez si acaso estamos siendo honestos con nosotros mismos y con quienes nos rodean, si acaso estamos contribuyendo con nuestra actitud a un mejor ambiente en nuestra familia, en nuestros amigos, en nuestro trabajo. Hábitos de vida más saludables y una disciplina interior pueden hacernos más felices. El tener claro a qué aspiramos, cómo podemos servir al prójimo, que debemos prevenir el estrés, nos puede hacer más fácil el llegar a una vida saludable… y ayudarnos a su vez a ser más felices”. Recuerdo como gozaba al hablar sobre el contenido de este libro en las oportunidades en que se hizo un lanzamiento, y me decía con mucho entusiasmo y convencimiento que debíamos repetir esta experiencia en diversas ciudades del país. El Dr. Ramón Corbalán entendía claramente, después de llevar una larga vida profesional como cardiólogo, que la clave es la prevención de la enfermedad y la promoción de la salud, que parte tempranamente con un estilo de vida saludable y que sobre este tema debería haber una gran difusión a todo nivel.
En julio del año 2018, tuve la feliz oportunidad de que el Dr. Ramo Corbalán y su amada esposa María Eugenia, pudieran acompañarme a la celebración de mi cumpleaños número setenta ¡Reímos y bailamos de lo lindo!
En los últimos años, la salud del Dr. Ramón Corbalán se fue deteriorando progresivamente, pero se daba el tiempo y la disposición para escuchar los videos que le enviaba con periodicidad, llamados “Cápsulas para el alma”. Me decía que yo era su “gurú”, lo cual me daba mucha risa. Y me animaba a seguir en dicha tarea. Así que, en una de mis visitas a su casa, durante este año 2023, aproveché de obsequiarle un ejemplar publicado de las primeras 52 cápsulas, que agradeció muchísimo.
Hace unos pocos días Ramón, ha terminado su peregrinar en el este mundo terrenal y que, como muchos, que le seguiremos, ha partido a la eternidad. Obviamente deja un vacío, que intentamos llenar con todos los hermosos recuerdos que su compañía nos deparó en todo este tiempo. Practicó la cardiología con sapiencia, con humildad, con vocación y con un encomiable espíritu de servicio y amor al prójimo. Fue un gran profesor, modelo para muchos, que, como yo, tuvimos la oportunidad de crecer profesionalmente a su lado. Fue un gran, leal, inteligente e inolvidable amigo…