En el marco del XXIX Congreso Peruano de Cardiología, realizado recientemente en la ciudad de Lima, se realizó el Primer Congreso de Cardiooncología de la Sociedad Interamericana de Cardiología (SIAC), en el que participó la Dra. Pamela Rojo Sánchez, presidenta del grupo de trabajo de Cardiooncología de la Sociedad Chilena de Cardiología, Fellow y Tesorera SISIAC. Aquí su apreciación del evento.
La cardiooncología es una nueva subespecialidad de la cardiología que pretende entregar un manejo integral – en conjunto con los oncólogos y hematooncólogos – preocupándonos específicamente del compromiso cardiovascular que presentan los pacientes oncológicos.
En este sentido, tenemos dos escenarios: uno, – que ha sido el de mayor impacto – es detectar y evitar el daño agudo por la terapia oncológica, ya sea cirugía, quimioterapia, inmunoterapia o terapia hormonal, ya que esto podría determinar, suspender terapias necesarias para tratar un cáncer activo, y/o cambiar por terapias menos efectivas. El segundo escenario, es aquel paciente que se denomina superviviente de un cáncer; es decir personas que presentaron una patología oncológica en la infancia, adolescencia o adulto joven y que por efecto tardío de la terapia oncológica (quimioterapia o radioterapia) se ven enfrentados a patologías cardiovasculares que afectan su calidad de vida o su sobrevida.
El año de la terapia oncológica se conoce desde la década de 1960 en adelante, pero sólo en el año 1989 la Dra. Daniela Cardinale comienza a plantear este término y a fomentar la necesidad de unidades específicas de cardiooncología.
Este primer Congreso Interamericano de cardiooncología nació con el ánimo de fomentar la interacción entre los países hermanos: Perú, Argentina, Colombia, Ecuador, México, Brasil, EE. UU y por supuesto Chile; plantear nuestras realidades, compartir avances y dificultades e intentar aplicar registros o planes para trabajar unidos y crecer en armonía.
Creo que son varios puntos. Primero, la cordialidad y generosidad de la Sociedad Peruana de Cardiología que nos abrió las posibilidades de unión en paralelo a su XXIX Congreso de Cardiología. Segundo, la posibilidad que tuvimos de revisar varios tópicos de la especialidad con charlas de gran calidad como la Dra. Mackhoul, de Argentina; la Dra. Gina González, de Colombia; la Dra. Nilda Espíndola, de México y Dr. Edgar Quispe, de Perú; el Dr. Joffre Lara, de Ecuador; la Dra. Stefanie Mundnich de Chile, el Dr. Diego Sadler, de Cleveland Clinic y tantos otros que es difícil de enumerar. Tercero y como punto final, el lanzamiento del Tercer Libro de Cardiooncología de la SIAC (Sociedad Interamericana de Cardiología), gracias al esfuerzo y empuje del motor de nuestro grupo, el Dr. Enrique Ruiz Mori, de Perú, en los 3 libros Chile ha tenido participación.
Como coordinadora del grupo puedo comentarte que hemos participado en varios Simposios, congresos europeos, pero es nuestra primera experiencia en nuestro grupo Interamericano, por lo que nos llena de orgullo esta experiencia y nos motiva para hacer pronto una reunión en nuestro país, probablemente adosado también a nuestro Congreso nacional.
Quisiera comentar que a nivel mundial existe unos 18 millones de nuevos casos de cáncer, y la mortalidad es cercana a los 8,2 millones de casos, representando el 13% de la mortalidad total. Sin embargo, la mortalidad mundial por causa cardiovascular es más de 27% (infarto, insuficiencia cardiaca y ACV)
En este momento se plantea que existen unos 18 millones de personas supervivientes de un cáncer y se proyecta que en los próximos años esto supere los 30 millones. Toda esta población está expuesta a mayores complicaciones cardiovasculares que, a presentar un segundo cáncer o recaída; dependiendo de los factores de riesgo que se relacionan con el cáncer, que son los mismos que condicionan las patologías cardiovasculares, es decir: tabaquismo, obesidad, sedentarismo, HTA, Diabetes, colesterol alto.
Es imposible que podamos controlar y prevenir el daño de estos pacientes si no promovemos tanto la educación de los pacientes como la de los oncólogos o hematólogos que los controlan posteriormente, sino que, debemos extender la necesidad de mejor manejo y seguimiento a todos los cardiólogos y a los médicos o personal de apoyo de la atención primaria. Por eso es fundamental el rol de difusión de esta especialidad.