Puede no ser fácil imaginar cuán importante es para la Sociedad de Cardiología de un país como el nuestro, que exista la práctica de registrar de manera sistemática los aspectos clínicos de una patología especialmente interesante por su frecuencia o complejidad.
Intentaré ilustrar con algunos ejemplos el porqué de mi convicción acerca de las ventajas y aprendizajes que derivan de esta actividad. En los años 90, con el patrocinio de SOCHICAR, se organizó una red de cardiólogos de hospitales públicos, privados y de Fuerzas Armadas, con el fin de iniciar el registro de pacientes ingresados con diagnóstico de Infarto agudo de miocardio: Grupo de Estudios Multicéntrico del IAM (GEMI). En épocas en que los IAM se clasificaban en IAM Q e IAM no Q, y que la mortalidad intrahospitalaria era del orden de 14%, precozmente detectamos que en el manejo farmacológico un bajo porcentaje de los pacientes recibían medicamentos que habían demostrado mejorar la sobrevida de esta enfermedad e incluso un porcentaje no despreciable empleaban medicamentos sin evidencias de su beneficio.
En los 20 años sucesivos de registro y a medida que aumentaba el conocimiento científico, se difundió el uso adecuado de las terapias disponibles por medio de elaboración de pautas del manejo del IAM, que fueron presentadas por nuestra Sociedad en Congresos, Cursos y publicada en nuestra Revista Chilena de Cardiología.
Así fue como se enfatizó inicialmente el empleo de la trombolisis, luego la angioplastia y el desarrollo tecnológico de los stent, el rol de las troponinas en el diagnóstico, la antiagregación plaquetaria dual, y el manejo de la insuficiencia cardiaca post IAM. Después de 20 años, la mortalidad intrahospitalaria por IAM se redujo a la mitad.
Poco después, nuevos Registros se pusieron en marcha: Registro Nacional de insuficiencia Cardiaca (ICARO), Registro Nacional de Angioplastías Coronarias (RENAC), Fibrilación Auricular y Angina Inestable.
Ante el desconocimiento de las consecuencias cardiovasculares de la infección por SARS Cov2, en marzo de 2020, bajo los auspicios de SOCHICAR, se organizó un Registro que incluyó más de 1.300 pacientes ingresados a UPC con diagnóstico de COVID-19 confirmado por PCR en 10 recintos hospitalarios de Santiago y Regiones. Los resultados fueron recientemente publicados en Revista Médica de Chile.
En la actualidad podemos mencionar nuevas iniciativas que incluyen al Registro de Amiloidosis Cardiaca, Registro Nacional de Desfibriladores y Nuevo Registro de Insuficiencia Cardiaca.
Que un grupo de cardiólogos o especialistas y profesionales afines unan esfuerzos por recolectar información sistemática de una determinada patología, será fuente de información invaluable que permitirá acortar la brecha entre la generación del conocimiento y la aplicación de los avances terapéuticos en los pacientes.
Si consideramos la restricción de recursos destinados a investigación en nuestro país, y el costo relativamente bajo de ejecución de un Registro, éstos pueden considerarse una muy buena alternativa para obtener información de patologías específicas, conocer prevalencia, manejo terapéutico y pronóstico.
Como Sociedad Chilena de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, tenemos el compromiso de estimular y cooperar en la implementación de proyectos de investigación, apoyar el diseño de estos estudios y aportar con capacidad organizacional para que estas propuestas sean una realidad. Gracias a los avances informáticos y a la puesta en marcha de nuestra nueva página WEB, es posible desarrollar una plataforma que aloje los proyectos que se generen por investigadores de nuestra Sociedad o grupos afines, que permita el ingreso de datos instantáneo y facilidad para los análisis estadísticos.
Las condiciones están dadas, solo falta que broten las ideas, se formen redes de trabajo y con entusiasmo conseguir recursos, que siempre estarán disponibles si la comunidad cardiológica está convencida del valor de la propuesta.
Escrito por:
Dr. Juan Carlos Prieto Domínguez
Profesor Titular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. Especialista en Cardiología y Farmacología Clínica de la misma Universidad. Estudios de Post Grado en ensayos clínicos de medicamentos en Instituto Mario Negri de Italia y en Duke Clinical Research Institute de Estados Unidos. Presidente de la Sociedad de Farmacología de Chile entre los años 2011-2012. Ejerció como presidente de la Sociedad Chilena de Cardiología y Cirugía Cardiovascular en los años 2019-2020. Autor y coautor de más de 100 publicaciones científicas nacionales e internacionales.