Por:
Dr. Alexis Lama
Cardiólogo
Casi un tercio de la población mundial sobre los 15 años no realiza suficiente actividad física. Se ha estimado que esta realidad contribuye a que aproximadamente 3.2 millones de personas mueran cada año. Además, en muchos países del mundo, se ha observado en sus poblaciones, un aumento progresivo, hacia un aumento en el número de horas diarias de inactividad física. Entre los múltiples factores que contribuyen se incluyen el largo tiempo de traslado al trabajo, aumento progresivo de la congestión del tráfico vehicular, restricciones derivadas de la polución del aire atmosférico, las pocas facilidades para la práctica deportiva o de sitios seguros para el ejercicio y últimamente, las restricciones impuesta por las cuarentenas, aparte de cambios socioculturales, caracterizados por un uso excesivo y creciente de televisión, videojuegos, celulares, y la aparición del teletrabajo.
Se sabe que la inactividad física tiene un efecto deletéreo sobre la salud, ocupando el cuarto lugar dentro de los factores de riesgo para mortalidad global. A manera de ejemplo, se ha demostrado que las personas que pasan sentados viendo televisión por 6 horas o más al día, tienen un riego de mortalidad global que duplica al de personas que la ven menos de 2 horas. El sedentarismo aumenta también el riesgo de enfermedad cardiovascular, diabetes mellitus, hipertensión y diversos tipos de cánceres. Sin embargo, a pesar de esto, la mayor parte de la educación realizada en la práctica clínica, se centra más bien en mejorar los niveles de ejercicio y poco se enfatiza en disminuir la conducta sedentaria. Es menester que los médicos se interioricen cada vez más del nivel de sedentarismo en sus pacientes.
